Si los docentes no cambiamos de chip, las tic no hacen milagros.

"No hay ningún estudio hasta el momento que demuestre que las nuevas tecnologías, sin el respaldo de una política educativa, mejoren la calidad de la enseñanza ni los resultados académicos" ha explicado Mariano del Castillo, director del Instituto de Técnicas Educativas de CECE (Confederación Española de Centros de Enseñanza)., durante la presentación del informe de Tecnología Educativa. 

"Por ahora, no hay datos que corroboren que existe  una relación directa entre la utilización de ordenadores en las aulas y mejora de los resultados. Ni en España ni en ninguna parte del mundo".
José Manuel Lacasa, director del Instituto de Investigación Educativa, añade que incluso "es bastante más probable que el modelo pedagógico de introducción de ordenadores en las aulas que empleamos en España, tenga el efecto de disminuir el rendimiento de los alumnos".

 El estudio señala que el 70% de los centros de primaria y secundaria carecen de proyecto de informatización educativa y el 40% del profesorado no emplean las tecnologías de información y comunicación (TIC) en el aula, principalmente por falta de formación, entre otras causas.

 Seis de cada diez docentes utilizan estas tecnologías en el aula (66 %  en los centros privados), pero un 35% que estarían dispuestos a usarlas, no se atreven. El 45,4% de estos últimos aducen falta de formación; el el 39,2%, ausencia de equipos adecuados o problemas técnicos; y el 31,5%, inseguridad. Un 5% aseguran que no están interesados en aplicar las TIC en ningún caso, mayoritariamente por motivos de edad (40,4%), no confían en que sirvan a los alumnos (14,9%) y por falta de formación (12,5%).

La formación es el "cuello de botella" de la tecnología, ha comentado Mariano del Castillo, quien ha denunciado la práctica de comprar equipación informática antes de analizar las necesidades del centro y de que el personal haya adquirido las destrezas para su empleo adecuado. Sin embargo, aproximadamente tres de cada cuatro docentes aseguran que han recibido ya formación en TIC y la mitad de todo el profesorado en el año último.

La CECE considera que la formación informática del profesorado no debe ser de tipo básico, sino orientada a la función educativa. En cuanto a los centros, la mitad de los que tienen un programa propio de informatización (30%) reconocen que no lo evalúan con un sistema de indicadores de desarrollo y cumplimiento de objetivos del mismo. De esta manera, sólo el 15% tendrían un proyecto tecnológico educativo bien orientado. Esto, según Del Castillo, es bastante grave, ya que está primando "la apariencia, o la prisa o la política o la competencia o la moda" en la implantación de las TIC.

El 8,5% de los colegios dedica entre 6.000 y 12.000 euros, cuando eran el 18% hace tres años, una bajada relacionada con la crisis económica. De ese presupuesto, menos del 9% se dedica a preparación del profesorado, lo que no acaba de casar, según Del Castillo, con que la mitad de los docentes se hayan formado en el último año, algo que podría deberse a recursos puestos por las administraciones.

En comparación con el informe anterior (curso 2007-2008), el número medio de ordenadores por centro ha pasado de 55 a 86, un tercio de ellos portátiles. De estos equipos, 25 son destinados a uso de profesorado, cuando la media de docentes es de 35%.

La cantidad de ordenadores en aulas ordinarias se ha doblado también, para pasar a 15,57. "Se está imponiendo el modelo impulsado por la Administración de introducir las TIC en medio de las aulas y no sólo como apoyo a la docencia, un modelo muy caro y que (...) su influencia positiva en el aprendizaje de los alumnos no está avalado por la evidencia empírica", insiste CECE.

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